lunes, 27 de octubre de 2008

¿Quién inventó la fruta?

¿Quién inventó la fruta?
Esa pregunta por supuesto que es mía. Me llamo Violeta y tengo 4 años. Un día estaba sentada ante el frutero, pensando y pensando, llamé a mi hermana y se lo pregunté:
-¿Quién invento la fruta?-
Mi hermana se echo a reír y se fue. Yo quería averiguarlo y salí a investigar. Mi madre se había ido a de compras y a mi hermana le daba igual que me fuera o que no. Intenté pasar por el parque, el peor parque, estaba lleno de niños de 3 y 2 años, los niños no me dejaban pasar por el tobogán, me pegaban con las palas y los rastrillos. Yo como era muy lista utilicé el truco de “mira un burro volando”, se lo creyeron y pasé lo más rápido que pude. Luego me tocaba pasar los columpios. Algunos niños por lo menos iban a 50 por hora, pues le quite un palo a un niño, también lo hice por si se hacía daño, entonces lo puse en medio de los columpios y pasé antes de que se rompiera el palo. Después me tocaba pasar la casita de bebes; primero tenía que pasar anillas colgantes, los niños se colgaban y los llenaban de babas, como todos los bebes, resbalaba un montón y no me podía colgar para pasar. Pero puse pegamento en las anillas y los bebes se quedaron pegados y pude pasar perfectamente. Y por fin terminé de pasar el parque, pero sin darme cuenta había una niña que no se quería separar de mi, se llamaba Pili, me había dicho que era de Canadá. Ella quería ir conmigo porque también estaba investigando lo mismo que yo. Ahora nos tocaba cruzar una pirámide de metal que medía 20 metros, pero tenía unas escaleras porque si no… En el primer escalón había unos niños que llevaban unas espadas de madera y no nos dejaban pasar, pero a Pili se le ocurrió hacer un pacto: Ellos nos dejaban pasar y ella les daba una piruleta que se había caído al suelo y ellos no se habían dado cuenta. Y por fin pasamos a los 3 escalones siguientes pero nos quedaban 47, era una pena. Avanzábamos más y más hasta llegar a una mujer disfrazada de bruja y con una escoba, si intentábamos pasar nos pegaba con la escoba pero con el pegamento que nos quedó del parque le pegamos la escoba en la cara y entonces, cuando nos intentaba pegar, no podía porque se caía. Luego subimos un montón de escalones y nos encontramos otro niño que quería ir con nosotras, se llamaba Pepelito y era irlandés. Él no quería hacer lo mismo que nosotras pero sí que quería saber de que estaban hechos los limones, por el ácido. Era un poco pesado, solo decía que su fruta favorita era la uva. Por fin llegamos a la cima de la pirámide y bajamos por un tobogán. Ya sólo nos quedaba cruzar el río más largo de mi ciudad. Lo difícil era construir una barca para los tres, solo teníamos un arbolito de 3 centímetros en una maceta. De repente pensé en las piedras que decoraban la planta, las pegué e hice una barca con ellas, pero como no nos queríamos manchar pusimos nuestras chaquetas como suelo ¡y flotaba! Pasamos 3 horas navegando hasta que llegamos a un bosque con todo tipo de árboles de frutas donde vimos una carta, lo curioso es que había unos dibujos de unos payasos riéndose y luego por detrás unos payasos tristes. Abrimos la carta y ponía:
“¡Ay Violeta! a ti te falta mitad del coco (pero del coco de tu cabeza). La fruta la inventó la naturaleza, por eso sale de los arboles. Lo que me da pena es que hayas hecho un montón de cosas para descubrir un fracaso.
De…………. Muchos besos.”
Yo me quedé alucinada. Pasados unos años descubrí que esa carta la escribió mi madre, ella fué en coche y el río lo pasó en un barco que nosotros no vimos, aunque la aventura fue divertida. Pero me preguntó…
¿Quién invento el agua?
Aunque yo había aprendido que las cosas que salen de algunos sitios que nadie sabe las inventó la naturaleza.
Espero que mi historia os haya gustado.

1 comentario:

fuencelada dijo...

A mí me ha gustado esta historia, pero mucho más la de las tazas.
Pronto tendrás que publicar un libro con todas estas historias Julia.
Muackkkkkkkkkkkkkkk!!!!!!!!!11